Me fascina la idea de regalar chocolates en el día de los enamorados. ¿Por qué? Pues, muy simple. Las tradiciones siempre han sido mi debilidad, y obsequiar unos clásicos chocolates en el día de San Valentín es una idea que ha perdurado incluso con el paso del tiempo.
Pero innovemos un poco ¿de acuerdo? Implementemos un poco de creatividad en el obsequio que hayamos decidido presentar. En este caso unos chocolates decorados para regalar en San Valentín han sido una de las idealizaciones más magníficas y románticas que he visto en toda la semana.
¿La intentamos?
Materiales:
- Papel de regalo estampado
- Hilo y aguja
- Tijera
- Chocolates y bombones
- Tela blanca
- Cordón de 70 cm
- Pegamento
Paso a paso:
Comencemos por la parte dificil. ¿Qué es entonces lo primero que hay que hacer? Corta 4 cuadrados de tela de unos 60 o 70 centímetros aproximadamente. Prepara uno de ellos para bordarlo, y aparta momentaneamente los otros tres cuadrados restantes.
Con un hilo grueso rojo, borda cuidadosamente la frase que más prefieras; ”Te amo”, ”I Love you”, o ”Feliz día de San Valentín” si no te importa realizar algo más de trabajo.
Luego de que hayas terminado, debes coser con la máquina dos de los cuadrados, con el fin de que uno de ellos quede en su interior como forro, y realizar la misma tarea con el cuadrado de tela bordado, y el otro restante. Recuerda dejar una pequeña abertura para pasar el cordón que posteriormente utilizarás para cerrar la adorable bolsa de chocolates.
Después de coser todo correctamente, ya podemos pasar a los chocolates. Para ello, corta pequeñas tiras de papel estampado y forra los chocolates y bombones pegando el papel de regalo con algo de pegamento. ¡Cuidado con los excesos! No queremos demasiado pegamento sobre los dulces.
Y para terminar, coloca todos los chocolates dentro de la bolsa de tela que habías realizado, y ¡listo!
¡Ya tienes un espléndido regalo para San Valentín! Y apuesto que sin duda tu pareja quedará totalmente encantada de recibir unos deliciosos chocolates como estos y todavía decorados. ¿Qué más se puede pedir?
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